De nuevo por las Villuercas

Aunque deseábamos volver a vernos en el Otoño pasado (2023) no pudo ser, ya hace unos meses nos pusimos las pilas para retomar las marchas en esta primavera.

Guiados de nuevo por Falele, que controla particularmente las zonas próximas a Trujillo, elegimos el entorno de las Villuercas, buscando un alojamiento apropiado para los muchos que esta vez nos apuntamos. Elegimos la Casa Rural Beatriz en Torrecilla de la Tiesa, y fue una magnifica elección porque en la casa nos alojamos muy cómodamente los catorce que éramos y era una buena base de operaciones para diferentes excursiones. Del 7 al 10 de Abril.

Esta vez fuimos Falele, Miguel y Cuca, Valentín y Marisa Osuna, Pepe y Merchi, Miguel Ortiz y Neni, Joaquín y Marisa, Chema y Paloma, y Manuela.

Lo primero es señalar que la Casa Rural Beatriz, nos ha parecido magnifica. Sin ser bella es una casa plenamente cómoda y funcional. Todas las habitaciones (siete) espaciosas, con baño amplio y bien dotado. La cocina perfecta y completamente equipada, aunque la mesa quede un poco pequeña para catorce comensales. Salón cómodo. Porche delantero y patio trasero muy interesante para el periodo estival. Patronazgo serio y eficiente. Alojamiento recomendable y ejemplar.

El reencuentro fue muy emotivo por el tiempo transcurrido desde el anterior y porque con los años nos volvemos terriblemente sensibles y cariñosos, reencontrándonos con gente tan buena.

En esta ocasión contamos con la presencia de Manuela López, amiga del Thyssen, vecina del Retiro, extremeña de Arroyo de la Luz, montañera y buena colega. Le agradecimos su compañía y le renovamos la invitación para próximas.

Antes de llegar a Torrecilla hicimos una parada en el Cruce, en la tienda de Iberpro para adquirir las dosis previstas de jamón y lomo, y algún vino de la tierra.

La comida comunitaria de llegada consistió en aperitivo de varios quesos franceses, aportados por Chema y Paloma, que se repitieron en varias comidas; rabo de toro a las finas cremas, aportado por Manuela; y bacalao con tomate, aportados por Cuca y Miguel. Los vinos fueron los de “Habla de la Tierra” de la bodega Habla de Trujillo.

En la tarde del día de llegada hicimos una pequeña excursión descrita así por Falele:

Cataratas del Rio Almonte

“Forma de llegar: a 26,9 kms. de Torrecillas por las carretera cc-231 y EX-208, 20 minutos. Recorrido lineal, 4,67 kms. ida y vuelta, desnivel 10 mts., moderada, 2,30 horas. El punto de partida es el cruce de la EX-208 con el río Almonte, un precioso puente que es Punto de interés Ornitológico (ZEC)”.

Habría que añadir, y eso es aplicable a toda la excursiones que el campo de Extremadura, por todos los sitios por los que hemos ido es de un esplendor inimaginable. La primavera tan lluviosa y la buena temperatura ha vuelto esa tierra a su condición original de paraíso. Nunca hemos visto las dehesas tan bellas, los arroyos y lagunas tan llenos, las plantas primaverales tan floridas y las encinas tan brillantes y pictóricas.

El rio Almonte llevaba a la sazón un caudal propio de un rio mas principal y en esa zona termina por precipitarse, en un estrecho mas angosto y de estratos de pizarra, para embellecer su curso en hermosa catarata. Y además en las orillas del Almonte vimos varios endemismos nuevos incluso para nuestro guía botánico.

La sesión de tarde noche fue entretenida y disfrutamos para cenar  de un “Guiso de alcachofas, albóndigas, guisantes, habas y patatas” que vino ya elaborado por Neni y Miguel, desde Algeciras.

Teníamos previsto para el primer día, lunes, sendas excursiones en las inmediaciones de Garciaz, a 26 km de Torrecilla.

Uno de ellos Sendero circular en Garciaz: “Dehesa boyal del roble: 9,25 kms. y desnivel 121”. El otro  Sendero circular: “Entre sierras, robles y castaños: 17,94 kms. y desnivel 605 mts”. Sin embargo este último no se pudo ni plantear porque preguntando en el Ayuntamiento nos dijeron que la parte del sendero con castaños pertenecía ya a una finca que había sido comprada por “un particular”, como el de Ayuso, quien había cerrado la finca impidiendo el paso a senderistas. El ánimo festivo nos impidió cabrearnos contra el particular, que parece ser un vasco que también quiere poner puertas al campo. Al final todos hicimos el sendero de la Dehesa Boyal, que nos pareció bonito y cómodo. Recomendamos al Ayuntamiento de Garciaz que tome la iniciativa de informar a organismos y medios para que se actualice esa desgraciada información. Por ejemplo en Wikiloc sigue apareciendo dicha ruta como existente y disponible.

Tiene Garciaz una plaza mayor donde hay un histórico rollo o picota que podría utilizarse para el particular que cierra el paso por senderos históricos.

Tiene mas cosas Garciaz, como una impresionante Iglesia de piedra, también cerrada como el sendero. En la fachada en piedra de esta Iglesia aun persiste el vestigio de la Guerra Civil consistente en una placa con los nombres de lo caídos por dios y por la patria. Se acordará el Ayuntamiento de aplicar la Ley de la Memoria Histórica y de que se elimine esa desgraciada placa.

En la Plaza Mayor de Garciaz y en edificios históricos no habitados se puede ver algo muy hermoso de esta primavera: decenas de nidos de golondrinas que agitadas sobrevuelan la plaza y acceden a sus nidos para alimentar a sus crías.

Ante la previsión de lluvias habíamos previsto efectuar la comida en la Casa rural de Torrecilla. Allí tomamos el picnic  y salimos pronto a una excursión al Embalse del rio Tozo. Se sale del mismo Torrecilla y después de un recorrido de dehesa está deforestada se entra en otra zona de verdadera Dehesa donde creo que hemos visto los mas hermosos ejemplares de encina. Una valla cerrada nos equivocó el camino y una manada de vacas casi en estampida nos evitó acercarnos a la cola del embalse.

En la cena nos encontramos con un verdadero ágape roteño, aportado por Merchi y Pepe: ajo roteño (equivalente al arranque roteño, pero en caliente) y lomo roti de cerdo con sus champiñones

https://villaderota.com/villa-de-rota/gastronomia/1145-ajo-caliente-rote%C3%B1o.html

Teníamos previsto para el segundo día, martes, sendas excursiones en las inmediaciones de Cabañas del Castillo, a 35 km de Torrecilla. Pero decidimos hacer todos “La apretura Cabañas del Castillo, 6,4 km  y 266 m. de desnivel”.

Nada mas llegar a Cabañas nos encontramos en la placita a un vecino ilustre: Luis Pastor, quien nos contó que se refugia en una casita alquilada a unos belgas en este pueblito, no muy lejos de su pueblo natal, bajo los murallones que adornan el pueblo y sostienen al castillo en su cumbre .

Cabañas tiene solo una carretera de entrada y un par de sendas que se despeñan hacia el río Almonte. La que recorrimos baja en un inclinado descenso por una senda pedregosa que después de cien vueltas llega a la orilla del rio y lo atraviesa por un puente medieval. Espectacular. Por la senda del rio se llega a un estrechamiento llamado la Apretura.

Estaba previsto volver por el mismo camino, pero en la otra orilla encontramos un sendero que subía con facilidad a una carretera que va a Portilla o Apreturas del Almonte. Y en esta carretera había un precioso mirador orientado a la Apretura (Geoparque) con una vista excelente y bancos y sombra donde descansar y comer. Así que reorientamos la excursión para terminar todos allí a tomar el picnic, antes de volver a Torrecilla de la Tiesa.

Por la tarde hicimos una visita guiada al Matadero –Secadero de Iberpro, en el cruce de la carretera de Torrecilla con Trujillo. No está en nuestro ánimo hablar de las excelencias del matadero. Resultó para algunos interesante y para otro sobrecogedor. Todo se justifica viendo el inmenso bosque de jamones de los secaderos y la calidad de los productos ibéricos resultantes.

La tarde noche invitaba a fiesta. Se celebraron dos cumples seguidos. A la cerveza siguió el vino y a este el cava y finalmente los famosos mojitos de Valentín. Lo cual fue el escenario para corear canciones donde destacaría los tientos interpretados por Falele.

El tercer y último día era el previsto para hacer un recorrido por las murallas y una visita a Trujillo. No hubo recorrido por las murallas. Solo una visita con el mejor guía de Trujillo, que es Falele. Como todo estuvo muy bien, por destacar algo novedoso señalaría que la Iglesia de Santa María la Mayor de Trujillo tiene un interesante claustro tardo gótico o hispano flamenco de Fernando Gallego y Maestro Bartolomé y que allí sigue la pila que movió el Sansón de Extremadura García de Paredes.

https://es.wikipedia.org/wiki/Iglesia_de_Santa_Mar%C3%ADa_la_Mayor_(Trujillo)

En la plaza comimos comida extremeña bien preparada, presentada por un pesado, rijoso y pretendido gracioso camarero, y servida por una linda y culta camarera también no extremeña.

Estas jornadas nos dejarán buen recuerdo y la intención de volver a vernos a finales de Octubre posiblemente en el entorno de la Bahía de Algeciras.